Monte Fuji
desde Tokio

Esta pregunta es un poco enrevesada. Te explicamos:

Las rutas habilitadas para subir el Monte Fuji desde Tokio sólo están abiertas los meses de verano de julio y agosto, pero esos meses son, quizá, los peores si lo que quieres es tener una buena visibilidad del Monte, ya que éste permanece escondido tras unas intensas y densas nubes de calor y humedad. Leyendo esto puedes pensar que acercándote podrás verlo mejor, pero lo cierto es que no, a no ser que lo hagas cuando el sol esté saliendo por la mañana y el ambiente aún no está cargado.

Los meses de invierno son mucho más óptimos para poder disfrutar de una visión plena del Monte Fuji, ya que en esta época del año el cielo está más despejado y limpio. Primavera y otoño suponen una ruleta rusa climatológica, ya que el Monte Fuji puede estar totalmente tapado por una cortina de nubes un minuto y aparecer, imponente y perfectamente visible, sólo una hora más tarde.

¡Ah, por supuesto! Si te interesa verlo nevado, el Monte Fuji tiene nieve en su cumbre los meses que van de noviembre a mayo, aproximadamente.

Dependerá del tipo de excursión que quieras hacer. Si quieres hacer una excursión al Monte Fuji de un día que te permita tener una experiencia en un onsen, los famosos baños termales japoneses, podrás hacerlo por unos 70€, precio que incluye el transporte de ida y vuelta, la compañía de un guía (en inglés), la entrada y también el acceso a los baños termales. Desde el onsen de Yamanakako tendrás unas magníficas vistas al Monte Fuji y disfrutar tras tu baño de una visita a Gotemba Premium Outlets, lugar donde podrás encontrar productos de marcas internacionales ¡a precios irrisorios!

Otra opción para ir de Tokio a Monte Fuji es hacer una escapada de un día a la quinta estación por menos de 80€, precio que incluye el traslado, un almuerzo y una actividad típica de Japón, la recogida de melocotones o uvas, frutas que podrás comer conforme las vas recogiendo.

Y, por supuesto, no se puede pensar en Japón sin evocar a los ninjas, por lo que te traemos esta oferta para visitar el Monte Fuji desde Tokio y disfrutar de una auténtica experiencia ninja en Oshino por 94€, pueblo dentro de la Región de los Cinco Lagos, donde aprenderás a lanzar los shuriken como un verdadero guerrero Shinobi. La última de las ofertas que hemos seleccionado para ti es la que te lleva a ver el Monte Fuji desde Tokio a través de un precioso recorrido en crucero por el Lago Ashi, desde donde podrás observar los distintos santuarios escondidos entre la maleza de Hakone, siendo perfectamente ubicados por grandes torii rojos, las puertas al mundo espiritual japonés. Esta oferta (que tiene un precio de unos 110€) incluye el crucero por el lago, un guía en inglés, el traslado de ida y vuelta al Monte Fuji desde Tokio, almuerzo y la entrada al teleférico desde donde podrás tener las mejores vistas del cono del Monte Fuji.

Todas las ofertas que hemos seleccionado para ti son escapadas para ver el Monte Fuji desde Tokio y volver a la ciudad en un mismo día, por lo que tendrán una duración entre 9 y 11 horas en total, contando el desplazamiento entre un punto y el otro.

Para llegar al circuito Monte Fuji, saldrás desde Tokio. El punto de encuentro en la ciudad más grande del mundo variará en función de la oferta que escojas y de la hora a la que quieras partir, por lo que al realizar tu reserva serás debidamente informado de dónde tienes que ir. Además, algunas ofertas tienen servicio opcional de recogida en el hotel, servicio que se añadirá al precio final si lo escoges.

Ver el Monte Fuji desde Tokio es una experiencia imperdible que muchos turistas se aventuran a hacer cuando viajan a la capital de facto japonesa. Con una excursión al Monte Fuji desde Tokio podrás conocer la montaña de Fuji, situada a los pies de la Región de los Cinco Lagos y que se alza, majestuosa, a 3776 metros de altura. Dependiendo de la oferta que escojas podrás entretenerte antes o después de llegar visitar el Monte Fuji desde Tokio en una granja donde tendrás la oportunidad de recoger fruta de temporada, uva o melocotón, una experiencia típica en Japón o, si lo tuyo es vivir la experiencia más sincera de los sitios que visitas como si fueras un residente más, podrás bañarte en un onsen desde el que gozarás de unas despampanantes vistas del monte. O incluso tener una experiencia ninja en una auténtica aldea de guerreros Shinobi, oportunidad que te permitirá, también, disfrutar del simulador de vuelo 4D Fuji Airways, un recorrido que te llevará por el Monte Fuji en todas y cada una de sus estaciones. Y si lo que quieres es conocer los santuarios japoneses enmarcados por los rojos arcos torii, será posible si haces un crucero turístico por el Lago Ashi mientras te dejas asombrar por las vistas del Monte Fuji.

Llegarás hasta la quinta estación, de fácil acceso y situada a unos 2000 metros de la base, por lo que evitarás toda la zona de escalada hasta la cima, pero aun así es posible que sientas el conocido como “mal de altura” debido al aumento de la presión atmosférica. De ser así, te recomendamos que se lo comuniques a tu guía y que intentes combatirlo con algo de descanso y manteniéndote debidamente hidratado. Ten en cuenta que subir al Monte Fuji no es tarea fácil, ya lo dice el dicho japonés: El hombre sabio escala el Monte Fuji una vez en su vida; el idiota lo hace dos veces, así que carga tu mochila de snacks y agua. Además, debido a la elevada altura es más que probable que haga frío, así que coge una chaqueta para no enfriarte.

Si, además, has escogido la opción de hacer tu excursión al Monte Fuji desde Tokio con experiencia en el onsen de Yamamanako, vamos a decirte lo que NO debes llevar: tatuajes. En la cultura japonesa los tatuajes son un gran tabú, ya que quienes marcan su piel a tinta suelen ser aquellos que pertenecen a la mafia Yakuza, el grupo criminal organizado que más pavor genera en Japón. Así, muchos locales de baños termales (onsen) o de baños públicos (sentos) tienen como norma la restricción a las personas tatuadas, a fin de evitar el acceso de los Yakuza a negocios legítimos ya que, como puedes imaginar, no son gente de lo más afable.