Excursión al Monte Sinaí y al Monasterio de Santa Catalina desde Sharm el-Sheij

Visita el Monasterio de Santa Catalina, el más antiguo de la Iglesia Cristiana, y contempla el monte en el que, según la tradición, Dios entregó los 10 mandamientos a Moisés.

Sitio bíblico

Te recomendamos madrugar para contemplar el amanecer desde la cima del Monte Sinaí, del que se dice que es el más bello del mundo. Un poco más tarde podrás descender hasta el Monasterio de Santa Catalina. Te recomendamos traer calzado adecuado, porque para llegar a este lugar tendrás que ascender 750 empinados escalones.

El monasterio se construyó en el siglo VI, y es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde el 2002. Sin embargo, el origen es del siglo IV, cuando varios anacoretas se retiraron al monte a vivir. Dos siglos después, el emperador Justiniano les dio su protección. El lugar continúa habitado desde su creación.

Se dice que el profeta Mahoma se refugió en el monasterio y, como agradecimiento, dejó un documento en el que daba su protección al lugar. Se construyó una mezquita para guardarlo, pero no está orientada a La Meca. Se considera sagrado para el cristianismo, el judaísmo y el islam, aunque está guardado por monjes ortodoxos. Es un lugar que desprende religiosidad.

Zarza ardiente

Unas murallas defensivas rodean el templo copto, la Basílica de la Transfiguración. Guarda valiosas piezas artísticas, y la segunda colección más grande de códices, sólo por detrás de la de los Archivos Vaticanos. Además, se guarda el icono de Jesucristo que según se dice, es el más similar a la realidad.

En una capilla podrás contemplar las raíces de la zarza en la que según el Antiguo Testamento se le apareció Dios a Moisés en forma de llamas. A pocos metros se encuentra el pozo en el que se dice que el profeta conoció a su esposa.

El Monasterio de Santa Catalina y el Monte Sinaí son dos de los lugares más sagrados del mundo para las tres grandes religiones monoteístas. A poco más de 200 kilómetros de Shan el-Sheikh, es una visita que merece la pena.