Ferry a La Graciosa

Aunque no lo parezca, la Isla de La Graciosa está llena de encanto y de secretos que te sorprenderán si decides visitarla. Pese a ser la Isla poblada más pequeña de todo el archipiélago está repleta de pequeños rincones naturales que merecen ser visitados. 

Puede ser un día en familia de diversión y aventura. Es bastante sencillo caminar por toda la isla y conocerla en un día. También te recomendamos disfrutar de sus playas, bañadas por un agua cristalino y de arena suave y brillante. Si el paraíso existe, seguro que no tiene nada que envidiar de las playas de La Graciosa.

Si buscas los mejores sitios de playa en la isla, los encontrarás en la Playa Francesa y la Playa de la Montaña Amarilla. 

Una de las primeras cosas que verás al llegar a la isla sea seguramente Caleta de Sebo, una pequeña población que representa a la perfección la esencia de La Graciosa. El detalle que lo diferencia del resto es que sus calles no están asfaltadas. Todo está construído sobre tierra virgen y natural.

El principal punto de visita es la Iglesia de Nuestra Señora del Carmen, una coqueta iglesia de estilo marinero. Si quieres profundizar en la historia de La Graciosa, visita el Museo Chinijo.

Una vez conocido Caleta de Sebo, comienza la aventura. Elije una de las muchas rutas o senderos y descubre por ti mismo la naturaleza, la flora y la fauna de un lugar tan mágico y misterioso. Un lugar tan real como natural. Lo mejor de todo es que es bastante sencillo de llegar hasta la Isla desde Lanzarote ya que solamente 25 minutos separan por mar ambas islas. 

Si deseas conocer la isla acompañado de un guía, existe la posibilidad de contratar una excursión a La Graciosa desde Lanzarote en la que tendrás incluido el transporte tanto de ida como de vuelta.