Excursión a Castillo de Eltz desde Frankfurt

La excursión al Castillo de Eltz desde Frankfurt nos lleva al municipio de Wierschem, escondido entre el frondoso bosque del valle de Eltzbach. Encaramado en un peñasco, sobre un afluente del río Mosela, se encuentra nuestro destino. Son varias las familias aristocráticas que aquí invirtieron su fortuna siglos atrás. Ya sólo con ver sus estrechas calles empedradas nos vienen a la mente imágenes literarias relatadas por los hermanos Grimm en sus cuentos populares.

Lo más llamativo de la fortaleza es su arquitectura feérica, de un inconfundible estilo gótico alemán. Aunque su torreón más antiguo guarda las formas del románico sajón. Además de esto, la excursión al Castillo de Eltz desde Frankfurt nos permite también a admirar sus extravagantes salones engalanados. Cualquiera se impresiona durante el recorrido con las vertiginosas vistas, que se obtienen desde las ocho puntiagudas torres de hasta 40 metros de altura. Desde ellas se divisa una densa reserva natural, donde el vívido y fresco color verde es el protagonista. Bajo las 300 hectáreas de vegetación conviven especies de gran rareza que sólo se pueden encontrar en este bosque.

Toda la experiencia nos ofrece alejarnos de la civilización para adentrarnos en la mitología y cultura de la Europa occidental. Lo único que falta es un dragón custodiando el castillo sobre nuestras cabezas. O quizá un trol bajo el puente, que nos desafía a un acertijo antes de dejarnos pasar.

La actividad asegura un día de lo más enriquecedor en un viaje. Desde Frankfurt, se tarda unas dos horas en llegar al Castillo de Eltz. Todo el trayecto se realiza en un moderno vehículo con aire acondicionado, que tiene suficiente capacidad para grupos pequeños. Ya dentro del conjunto monumental, descubriremos la opulenta decoración de la época. En las residencias nobiliarias se guardan verdaderas joyas, que en aquellos tiempos suponían una fortuna extraordinaria. Las figuras esculpidas en metales preciosos, como la plata y el oro, aquí brillan de forma especial.

Se debe dedicar un día a hacer esta excursión, por lo que también habrá tiempo para almorzar algo. Y para rematar la visita al Castillo de Eltz, antes de volver a Francfurt, una maravillosa cena en un restaurante a orillas del río Rin.