La ciudad de Milán guarda una belleza como pocas en Italia, y en Europa en general. Una visita muy recomendada que no deja indiferente a nadie. Su espectacular catedral, sus hermosas calles y toda la historia detrás tienen la capacidad de cautivar a cualquiera que pase por la capital lombarda.
Por ello, aquí te dejamos una pequeña guía de dos días para no perderte nada de esta hermosa ciudad del norte de Italia.
Índice
Día 1
Para empezar el viaje por Milán por todo lo grande, el primer lugar a visitar será la Piazza del Duomo, la parte más importante de la ciudad de Milán.
Piazza del Duomo
En la Piazza del Duomo se puede encontrar el monumento más importante de la ciudad: el Duomo de Milán. El Duomo es la catedral de estilo gótico más grande de Italia, y una de las más grandes del mundo. Además de poder apreciar la belleza de la catedral desde dentro, así como subir a la terraza, que ofrece unas vistas espectaculares de la Piazza del Duomo y de la ciudad de Milán.
A pesar que entrar al duomo es gratis, será necesario pagar para subir a la terraza. Si eres de los que prefiere tener la entrada comprada con anterioridad para saltarse las colas aquí te dejamos un enlace para comprarla.
También en la Piazza se encuentra la Galería Vittorio Emanuele II, la galería comercial más importante y representativa de Milán, que a su vez sirve de paso a la Piazza della Scala. Dentro de la galería podremos encontrar multitud de tiendas de lujo, cafeterías e incluso hoteles, aunque los precios de estos suelen ser bastante elevados.
A parte de la galería y la catedral, en los alrededores de la Piazza del Duomo se pueden encontrar diversos lugares para visitar. El Palacio Real de Milán, lo que en el pasado fue la sede del gobierno de Milán hoy se ha convertido en una sala de exposiciones abierta al público. La Piazza della Scala, lugar que se encuentra al salir de la galería, y que da acceso al Teatro della Scala.
Sin duda, esta zona es la más representativa de todo Milán, y en la que podemos pasar más tiempo.
El Barrio de Navigli es un lugar estupendo para pasar la noche en Milán, sobre todo si es fin de semana. Es uno de los barrios más concurridos tanto por jóvenes como por adultos y siempre hay mucho ambiente. Sus canales nos dan la sensación de estar en un barrio de Venecia, pero lo cierto es que seguimos en Milán.
Los canales de Navigli fueron diseñados para llevar los materiales para la construcción del Duomo, aunque actualmente se usan principalmente en el turismo, pues muchas personas quieren dar una vuelta en barca por el canal, así como disfrutar de la belleza de los mismos mientras toman algo en un restaurante o bar.
El barrio se divide en dos lugares principales: Naviglio Pavesse, una zona más urbana de Navigli que es más frecuentada por gente joven, y Naviglio Grande, que es el preferido por la mayoría de turistas, pues se puede disfrutar mejor de un ambiente agradable y de buena comida en la zona más icónica del barrio de Navigli.
Día 2
El segundo día lo dedicaremos a conocer el barrio de Brera y el parque Sempione, dos de los lugares más pintorescos de Milán.
Barrio de Brera
A tan solo 15 minutos caminando desde la Piazza del Duomo podemos encontrar el pequeño pero elegante barrio de Brera, un lugar cargado de comercios relacionados con la moda, la cosmética y la artesanía situados en pintorescos edificios que datan del siglo XVIII.
Cualquiera que pase por el barrio de Brera tiene que echar un vistazo a la Pinacoteca de Brera, el edificio más representativo de Brera. Actualmente es uno de los museos más destacados del mundo, que contiene una colección de famosas obras de arte tanto de artistas italianos como internacionales.
Además de los edificios y la pinacoteca, en el barrio de Brera se pueden visitar varios lugares turísticos como lo pueden ser la iglesia Santa María delle Carmine, un lugar de descanso para muchos aristócratas milaneses, o el Observatorio Astronómico.
Parque Sempione
Y no hay mejor forma de terminar un viaje por Milán que dar un paseo por Sempione. Un hermoso parque de 47 hectáreas a unos 20 minutos del Duomo de Milán al que tanto turistas como residentes de Milán van a desconectar y a disfrutar de la belleza de la naturaleza.
Situado en un lado del parque Sempione se encuentra el Castillo Sforzesco, un lugar que antaño sirvió como fortaleza, pero que ahora es el hogar de varios museos relacionados con el arte. La entrada al castillo es gratuita, pero entrar a los museos cuesta 3€.
En el lado contrario del Castillo Sforzesco, y presidiendo la Piazza Sempione podemos ver el Arco della Pace, un hermoso arco del triunfo que es todo un símbolo de la historia de Milán. Este arco de 25 metros de altura es la entrada al parque Sempione.
También en el parque Sempione se puede encontrar el tercer acuario más antiguo de Europa, el Acuario Cívico. Un precioso acuario que intenta imitar la fauna y la flora del mar Mediterráneo, y que además cuenta con una biblioteca enfocada en la biología marina con más de 12.000 libros. Una parada muy recomendada, cuya entrada tan solo cuesta 5€.
Otras opciones
Por si cualquiera de estas opciones no os ha terminado de convencer, aquí os dejamos otras dos opciones para que podáis disfrutar de vuestro viaje a Milán de la mejor manera posible. Pero si aún así no te terminan de convencer estas opciones, aquí te dejamos un enlace a otro post con mas lugares para ver en Milán.
Cementerio Monumental de Milán
Si bien un cementerio no puede parecer la mejor opción para visitar en un viaje, el Cementerio Monumental de Milán rompe con esa tendencia, siendo más parecido a una exposición al aire libre. La multitud de tumbas construidas a modo de escultura hacen de este cementerio una buena opción para visitar en Milán.
La Última Cena
Y algo que no podría faltar en cualquier post relacionado con visitar Milán es la famosísima obra de La Última Cena, pintada por Leonardo da Vinci. Un mural que ha sobrevivido a los años en la iglesia Santa Maria delle Grazie y que es una visita obligatoria para todo aquel apasionado del arte.