Qué ver en Lisboa
Lisboa es la capital más antigua del Oeste de Europa. Pero ni mucho menos es una ciudad anticuada. Tiene un fuerte carácter vanguardista a la vez que una gran historia, lo que la convierte en un gran destino para una escapada o unas vacaciones. Si te decides a visitarla sigue leyendo, que te contamos qué ver en Lisboa.
Con el río Tajo como telón de fondo, esta es una ciudad en la que merece la pena perderse. Visitarla es una delicia ya sea a pie por sus calles empinadas llenas de cuestas, con un Tour privado, alquilando unas bicicletas o por supuesto, subiendo en sus icónicos tranvías amarillos con la famosa línea 28 como estandarte.
Lisboa es la ciudad de las Siete Colinas, y sobre la más alta de ellas se alzan con elegancia las ruinas de las dieciocho torres del Castillo de San Jorge, cuyos vestigios más antiguos se remontan al s.VII a.C. Conquistado y ocupado por diferentes pueblos y reyes a lo largo de su historia, en 1910 fue nombrado Monumento Nacional. Se pueden visitar las murallas, sus restos arqueológicos, y suele tener distinas exposiciones en su interior. Las vistas de Lisboa desde el Castillo de San Jorge son espectaculares. Dentro del castillo también se puede visitar la Torre de Ulises, que alberga una Cámara Oscura con la que podrás disfrutar de las vistas de Lisboa de una manera diferente.
Después debes conocer cómo ir a Belém desde el centro de Lisboa, ya que otro punto de interés que ver en Lisboa es la Torre de Belém. Se construyó a modo de torre de vigilancia y defensiva a principios del siglo XVI a orillas del río Tajo. Es de arquitectura portuguesa y desde el año 1983 es Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. A menos de cinco minutos paseando desde la torre se encuentra el Monumento a los Descubrimientos, levantado en homenaje a todos los navegantes portugueses que abrieron rutas al nuevo mundo. Mientras das el paseo por la ribera del Tajo seguro que reparas en el puente del 25 de abril. Te parecerá haberlo visto antes, y es que todo el mundo lo asemeja con el puente de San Francisco que seguro tantas veces has visto en las películas (o con un poco de suerte, también en persona).
La otra joya de Belém es el Monasterio de los Jerónimos, un enorme monasterio que comenzó a construirse en 1501 por orden de Manuel I para conmemorar el feliz regreso de Vasco de Gama desde la India. Es posible visitar la espectacular iglesia donde se encuentra la tumba del mismo Vasco de Gama, y el fascinante claustro.
La Catedral de Lisboa (o Sé de Lisboa) es la iglesia mas importante de la ciudad, fue construida en 1147 y es la catedral de la ciudad y el edificio religioso más antiguo de la misma. Sus salas abovedadas y sus columnas decoradas en estilo manuelino hacen de ella una catedral especial. Sin duda debes visitar el claustro, que es considerado uno de los mejores del mundo. En él se hayan restos de unos antiguos asentamientos romanos y son visibles al público que visita el lugar.
El Elevador de Santa Justa fue construido en 1902, tiene 45m de altura y es un ascensor con estilo neogótico de hierro forjado Está en el corazón comercial y es una de las piezas de arquitectura más interesantes que ver en Lisboa. Su diseño estuvo influenciado por las técnicas utilizadas por Gustave Eiffel en la construcción de la Torre Eiffel de París. Antiguamente servía para conectar el punto más bajo y el más alto de la ciudad, uniendo los barrios Baixa y Chiado. Actualmente funciona y su función es más bien turística.
Si quieres captar el romanticismo y la melancolía de la capital más antigua de Europa, el lugar que tienes que ver en Lisboa es el barrio de Alfama. Este es uno de los barrios más tradicionales, y en él se encuentran el Museo del Fado y un sinfín locales donde poder asistir a conciertos de Fado en directo.
El moderno Parque de las Naciones ofrece un contraste con el centro histórico de Lisboa. Situado al este de la ciudad, aquí encontrarás la arquitectura más contemporánea de Portugal, además del puerto nuevo. Uno de los puntos más visitados (y que podrás ver con unos tickets como estos) es el Oceanario de Lisboa, el acuario más grande de Europa. Tiene impresionantes exposiciones que recrean varios ecosistemas y albergan a unas 450 especies de animales marinos. Su objetivo principal es educar a los visitantes sobre la necesidad de invertir en la conservación de los océanos. Sin duda, es una de las cosas que ver en Lisboa si vienes con niños. El Parque de las Nacones también cuenta con un Pabellón del Conocimiento (un museo de ciencia) y un teleférico que tiene unas increíbles vistas del río Tajo y la ciudad.
El Parque de las Naciones albergó la Expo ’98 de Lisboa, con lo que cuenta con infraestructuras vanguardistas. En él puedes encontrar la Estación de Oriente (de Calatrava) y la Torre Vasco da Gama, que con 145m de altura es el edificio más alto de Lisboa y hoy en día forma parte del lujoso y recién estrenado hotel Myriad. Esta torre tiene una zona panorámica donde se puede ver toda la ciudad.
Al estar entre colinas, Lisboa también tiene una gran cantidad de miradores donde relajarte viendo la ciudad con esa luz tan especial que tiene. Los mejores los tienes en la zona del Chiado y el Barrio Alto (Mirador del Jardim de Sao Pedro de Alcântara o en el de Santa Catarina). Por su parte, en Alfama está el Mirador de Graça y el de Santa Luzia, a pocos metros del Castillo de Sao Jorge.
Lisboa está repleta de plazas que son dignas de visitar. Las imprescindibles son: la plaza del Comercio con uno de sus lados abierto al estuario del Tajo, y gobernada por su elegante Arco Triunfal (y al que puedes subir con estas entradas); la plaza de Figueira; la plaza de Dom Pedro IV y la plaza del Imperio en Belem.
Si viajas a Lisboa otra de las cosas que te recomendamos que hagas es turismo por alguno de sus pueblos de alrededor. Cascais con su Boca do Inferno (una zona costera repleta de parques, zonas naturales y acantilados); y Sintra con sus palacios (destacan el Palacio da Pena, el Castelo dos Mouros y la Quinta da Regaleira) son dos lugares que sin duda te encantarán.
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