Todo apasionado por los viajes ha puesto alguna vez su punto de mira en Berlín, y no es para menos, pues la capital de Alemania guarda multitud de monumentos, museos, edificios y lugares por conocer.
Lo cierto es que hay mil cosas por ver en un viaje a Berlín, y es bastante común hasta para los viajeros más experimentados perderse algún monumento o lugar turístico importante en su primer viaje por la ciudad.
Si bien es prácticamente imposible ver esta enorme ciudad en tan solo tres días, aquí dejamos un posible itinerario para no perderse nada y disfrutar lo máximo posible de Berlín.
Día 1
El primer día de nuestro viaje a Berlín será el más importante del viaje, lo dedicaremos a conocer los principales lugares turísticos de la zona de Tiergarten.
Nada más llegar a Berlín nos centraremos en la zona de Tiergarten, el mayor de los núcleos verdes de la ciudad, un parque de más de 200 hectáreas situado en el centro de la ciudad desde el que podremos llegar en poco tiempo a dos de los lugares más clásicos de Berlín: El Parlamento y la Puerta de Brandenburgo.
El Edificio del Reichstag, o Parlamento Alemán, es uno de los edificios más representativos de la ciudad. Tras resultar muy dañado tanto por un incendio en el año 1933, como resultado de varios combates en la Batalla de Berlín en la Segunda Guerra Mundial, fue completamente restaurado. El aspecto actual lo tiene gracias al trabajo de Norman Foster, un famoso arquitecto británico. Actualmente la entrada al Reichstag es gratuita, pero es necesario reservar con antelación.
Otro de los monumentos más importantes de Berlín que visitaremos en este primer día de viaje será la Puerta de Brandenburgo, la única de las 18 puertas de Berlín que sigue en pie a día de hoy. Con 26 metros de alto y más de 65 metros de ancho, es un monumento espectacular que simboliza el triunfo de la paz sobre las armas.
Y hablando de monumentos, no podemos olvidar el Monumento a los Judíos de Europa asesinados, también conocido como Monumento del Holocausto. El nombre deja claro lo que simboliza, pero resulta impresionante verlo en persona, pues es un campo con casi 3000 losas de cemento a modo de lápidas. A 350 metros de este monumento podremos encontrar el búnker donde Hitler se suicidó.
Por último, alejándonos un poco de Tiergarten, encontraremos otra de las mayores atracciones turísticas de Berlín, Checkpoint Charlie, el punto de control más famoso del Muro de Berlín. Además, encontraremos el Museo del Muro, donde conocer la historia del Muro de Berlín y las formas que tenían los berlineses de la época para escapar de ahí.
Día 2
Nuestro segundo día por Berlín lo dedicaremos a visitar toda la zona de la Isla de los Museos y alrededores.
En lo referente a edificios religiosos de Berlín, no se puede pasar por alto la Catedral de Berlín, construida entre los años 1894 y 1905. Al igual que la mayoría de los edificios representativos de Berlín, la Catedral resultó muy dañada por los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial, y no se terminó de reconstruir hasta el año 2002. Cuenta con unas escaleras para subir a lo alto de la cúpula de la catedral, donde disfrutar de unas espectaculares vistas de Berlín. Actualmente es uno de los edificios turísticos más hermosos de Berlín, el cual se puede visitar pagando una entrada de 7€ para adultos y 5€ para estudiantes.
Berlín es una ciudad repleta de historia y cultura, por lo que los museos no escasean en esta ciudad, pero sin lugar a dudas, de entre todos los que hay, el más importante es el Museo de Pérgamo. Inaugurado en el año 1930, y con un estilo babilónico, el Museo de Pérgamo guarda obras de más de 6000 años de antigüedad provenientes de Oriente. La entrada tiene un precio de 12€ para adultos y 6€ para estudiantes.
Si el Museo de Pérgamo es el más importante, el que se nos viene a la cabeza al pensar en la Isla de los Museos es sin duda el Museo Bode, que se encuentra situado en la punta del mismo. En su interior se encuentra la Colección Bizantina, la Colección de Esculturas y el Gabinete Numismático.
Otros de los muchos museos que recomendamos visitar en la Isla de los Museos son el Neues Museum (Museo nuevo), que alberga el famoso Busto de Nefertiti, y el Museo de la Historia Alemana, que combina un estilo barroco con uno moderno en su fachada. Tiene un precio de 10€ para adultos y 5€ para estudiantes.
Día 3
Para el tercer día en esta ciudad, nos centraremos en la Parte Este de Berlín.
El East Side Gallery es una de las zonas mejor conservadas del Muro de Berlín, que fue convertido en la mayor galería de arte al aire libre del mundo, con miles de grafitis en sus 1.3 km de longitud. Su grafiti más famoso es de lejos el del líder ruso Leonid Brezhnev besando a Erich Honecker, líder de la República Democrática Alemana.
Alexanderplatz es la plaza central de Berlín Este, desde la Edad Media ha sido uno de los lugares más importantes de Berlín, teniendo el principal mercado. Actualmente es un centro turístico que tiene construcciones como el Reloj Mundial, que dice la hora de todas las ciudades del mundo, o la Fuente de la Amistad entre los Pueblos.
Pegada a Alexanderplatz podemos encontrar Nikolaiviertel, la zona residencial más antigua de Berlín, un lugar de más de 800 años de historia.
La Torre de Televisión, con sus 368 metros de altura, es el edificio más alto, no solo de Berlín, sino de toda Alemania. Subir a su mirador, a más de 200 metros de altura, nos ofrece las mejores vistas de la ciudad, además de que cuenta con un restaurante de lujo giratorio.
Otras opciones
La excursión más importante fuera de la ciudad de Berlín es el Campo de concentración de Sachsenhausen. Construido en 1936, Sachsenhausen fue considerado uno de los campos de concentración más importantes del III Reich ya que las decisiones que allí se tomaban se aplicaban posteriormente a toda la red de campos de concentración.
Inicialmente fue utilizado para recluir a prisioneros políticos pero debido a su crecimiento durante la Segunda Guerra Mundial, el número y la diversidad de presos se multiplicó. A su llegada los reclusos eran clasificados por las SS entre: judíos, homosexuales, gitanos, mujeres, prisioneros de guerra y un largo etc.
Entre los años 1936 y 1945 vivieron aquí más de 200.000 personas, hasta que la Unión Soviética lo liberó y lo empezó a usar como Campo Especial, para luego desmantelarlo en el año 1950.