El final del verano solo es el principio… del verano que viene
Has estado esperando las vacaciones todo el año. Soñando dónde te ibas a ir, preparando todo con esmero… y ahora de repente ya se han terminado. Así sin avisar, sin comerlo ni beberlo. Espera, ¿seguro que sin comerlo ni beberlo?
Porque a ver no nos engañemos, aquí somos fans de la buena vida, del comer y el beber hasta que se nos cansa la mandíbula y se nos llena el buche. Con la excusa de “no pasa nada, ¡estamos de vacaciones!” cometemos los crímenes más atroces contra nuestra humanidad. Y luego ésta, rencorosa como ella sola llama a sus amiguitos “remordimiento, báscula y pantalónquetevalíayahorano” y nos canta las cuarenta bien cantadas.
Mr. Remordimiento esperando entre las sombras al señor Juan García, de Madrid.
Indignos como un tipo que sale del baño y arrastra en el zapato un trozo de papel higiénico, nos miramos durante un largo rato en el espejo y decidimos que ante el desastre que estamos viendo, lo mejor es llorar como un bebé ponernos las pilas para el verano del año que viene. La lógica es fácil: si llegamos en forma para el año que viene, por mucho que nos descuidemos durante el próximo verano nuestro estado físico no será peor que el que tenemos ahora mismo.
Aquí tenemos dos opciones: o asaltar ferozmente un Decathlon y gastar gritones de euros en cosas que no vamos a utilizar más allá del primer mes; o llevar una vida un poco más sana y cuidar nuestros hábitos para poder llegar a nuestros objetivos. Y qué queréis que os diga, pinta bastante mejor la segunda.
En el fondo ya sabemos lo que tenemos que hacer: básicamente se trata de cuidar la dieta y ser un poco más activos físicamente. Pero como sobre todo se trata de pasarlo bien, vamos a hacerlo a nuestra manera.
Si lo que nos apetece es empezar poco a poco lo suyo es caminar una hora todos los días. Y ya que salimos de casa, no vamos a vagar sin más… ¡vamos a hacerlo con algo de sentido! Aquí os proponemos un buen paseo para conocer en profundidad los secretos de la ciudad de la mano de un guía local.
Cada uno somos un mundo, y puede que para alguno de nosotros el tema de caminar se le quede corto. No hay problema, correr es un ejercicio que nos va a ayudar a ponernos en forma rápidamente. Pero como correr por la ciudad es un poco molesto con todo el tráfico y demás, de vez en cuando podemos hacer este plan e ir a correr a la montaña con un runner.
Marisa Rodríguez le suplica a su pie que no escape, indignado por la paliza que esta le ha pegado corriendo después de años sin hacer nada.
Lo único malo que tiene querer salir a correr por la montaña… es que algunos no la tenemos cerca. De todos modos siempre hay planes interesantes con los que ejercitarse. Si por lo que sea estamos cerca de la costa, siempre podemos hacer una actividad medianamente exigente como es una salida en velero.
Aunque todos sabemos que tenemos que acompañar el ejercicio con una dieta saludable, hasta que nos acostumbremos también tenemos que darnos un poco de tregua. Si no hemos sido de los que más sano comían hace un mes, no vamos a conseguirlo en unas pocas semanas. Para no acabar pegando a alguien desmotivados lo ideal es tener una vez a la semana la llamada “comida trampa”, con la que podemos darnos el placer de saltarnos la dieta sin sentirnos mal. Y ya que lo hacemos, ¿por qué no dejar que nos mimen y nos preparen una buena cena mexicana como esta en la terraza de una casa particular?
Si algo tenemos que tener claro es que la vuelta al ejercicio después del verano tiene que ser lo menos traumática posible, no sea que nos de rechazo y cuando llegue el día 1 de enero de 2017 estemos igual. Si ninguno de los planes que te proponemos aquí te queda cerca, en www.kolaboo.com puedes encontrar miles de planes para hacer más llevadera la Operación Bikini 2017. Preparados, listos… ¡ya!