Toda visita a la capital de Inglaterra tarde o temprano pasa por delante del Big Ben de Londres. Erigiéndose como estandarte totémico de Reino Unido, ningún londinense puede concebir la ciudad sin su torre del campanario en el Palacio de Westminster. Aunque la visita a su interior es un derecho reservado sólo a los habitantes permanentes de la ciudad, cualquier visitante puede conocerlo todo sobre Big Ben gracias a los free tour por Londres que se organizan a diario de manera gratuita.
Con estos recorridos en español podrás además visitar las zonas más emblemáticas, como el Palacio de Buckingham o la Abadía de Westminster, junto con un guía experto en Londres. O también puedes echarle un vistazo a nuestra Guía Turística de Londres, donde hablamos de todo lo necesario para un viaje a la capital inglesa.
Índice
Historia del Big Ben
El icono más representativo de Londres se rodea de un contexto análogo a su fama. No sólo es que se encuentre en el centro histórico de Londres, capitaneando con más de 95 metros de altura a otros monumentos de la zona, como el London Eye, la noria de Londres a la que te recomendamos subir en tu viaje, o el propio palacio del Parlamento de Inglaterra.
A esto se suma el marco en el que fue concebido, situándose en una de las épocas más conocidas de la historia de Londres.
El Big Ben en la etapa victoriana de Londres
Nos referimos a 1859, cuando bajo el gobierno de la reina Victoria de Inglaterra el país se vio encaminado hacia una etapa de progreso industrial sin precedentes en Reino Unido. La sede parlamentaria había sufrido daños debido a un incendio histórico de Londres, así que era el momento de una reconstrucción al más puro estilo victoriano.
Así se le encargó al arquitecto Charles Barry el diseño de un edificio neogótico que reflejara el esplendor, sobriedad y elegancia que caracteriza a los ingleses. Éste hecho dio lugar al Palacio de Westminster que conocemos hoy en día. El cual, junto con el Big Ben, conforman dos de los monumentos más famosos de Londres, todos ellos recogidos en nuestra entrada del blog.
Cabe decir que, aunque Charles Barry era el responsable del proyecto, la torre del campanario fue subcontratada a Augustus Pugin. Aunque, por supuesto, el estilo debía seguir las líneas generales de todo el complejo monumental.
Origen de su nombre
El tema del nombre ha sido objeto de rumores y controversias desde hace años. En un comienzo la palabra «Big Ben» se usaba para denominar a la gran campana del interior del reloj. Sin embargo, entre los ingleses se extendió el uso común de este título para referirse a toda la torre en su conjunto, que es tal y como se conoce hoy en día al monumento.
Pero ¿por qué se llamaba Big Ben a la campana del reloj? Si sabes un poco de inglés pensarás que debería llamarse Big Bell, que es como se diría Gran Campana. La razón de este singular apelativo viene de dos personas que participaron en el proyecto.
Unos dicen que se hizo en honor de Benjamin Hall, el ingeniero que construyó la campana. Otros afirman que con el nombre se recuerda al famoso boxeador Ben Caunt, que ayudó a subir el armatoste a la torre. Lo cierto es que no hay pruebas lo bastante clarificadoras, y que básicamente lo de «Big Ben» se hizo famoso por extensión popular.
Lo que quizá no sabías sobre el Big Ben
Ningún monumento tan célebre que se precie está exento de su buena dosis de historias y curiosidades que adornan su imagen.
Hemos hablado de la campana y la torre en sí, pero no nos hemos parado a discernir sobre su reloj, una obra maestra de la ingeniería del siglo XIX. Diseñado en conjunto por Edmund Beckett Denison y George Biddell Airy, el mecanismo es una prueba irrefutable de la mundialmente conocida puntualidad inglesa.
Aún siendo el reloj de cuatro caras más grande del mundo, pues tan sólo su minutero mide 4,5 metros de largo y pesa 100 kg, sigue dando las horas con una precisión admirable. Ni siquiera los bombardeos que sufrió durante la Segunda Guerra Mundial fueron capaces de parar su constante funcionamiento.
Esto hace que las pocas ocasiones en las que ha llegado a fallar sean recordadas como hechos históricos. Una de las más conocidas es aquella Nochevieja de 1962, en la que los londinenses dieron la bienvenida al año nuevo con 10 minutos de retraso.
El Big Ben en la actualidad
Refiriéndonos ahora a la torre, tampoco se salva de esa excesiva perfección que busca transmitir el neogótico victoriano que la viste. Gracias a los avances tecnológicos se sabe que sufre una ligera inclinación, similar a la de la Torre de Pisa pero mucho menos pronunciada.
Otro dato que casi nadie conoce es que, desde 2012, la Clock Tower se renombró como Elizabeth Tower, en reconocimiento de la reina Isabel II. Sin embargo, este hecho no ha trascendido demasiado, y en todo el mundo se sigue conociendo como Big Ben al campanario de Wentsmister Palace.
Pero aunque el Big Ben sea lo más icónico de la capital inglesa, aún hay más planes y excursiones en Londres de lo más interesantes que te recomendamos hacer. En Kolaboo las hemos organizado todas para que puedas comparar precios y valoraciones de distintas webs turísticas.
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